Descripción
Ubicada en la ladera de una montaña, al final de una calle sin tráfico, esta exclusiva propiedad ofrece un entorno de absoluta tranquilidad a menos de 300 metros de la playa y del centro del encantador pueblo de Agua Amarga.
Situada en el punto más alto de la zona, esta propiedad se compone de una vivienda principal y de esta casa de invitados, disfrutando ambas de total privacidad. Desde ellas se pueden contemplar unas espectaculares vistas al mar y a la costa del Parque Natural de Cabo de Gata, siendo imprescindible disfrutarlas con la puesta del sol.
Cuenta con una terraza con comedor exterior bajo un porche de cañizo, rodeada de palmeras y vegetación desde la que disfrutar de las maravillosas vistas. El jardín, salpicado de césped que aporta frescor durante los meses mas calurosos, se extiende hasta un pequeño mirador sobre la bahía de Agua Amarga
Sus espacios interiores están bien distribuidos y amueblados con sencillez, proporcionando comodidad y funcionalidad. La habitación con cuatro camas individuales es ideal para disfrutar de la casa con niños o con un grupo de amigos
Una propiedad única que ofrece lo mejor de Agua Amarga: proximidad al mar, privacidad absoluta, vistas panorámicas y el encanto atemporal de la arquitectura mediterránea.
DISTRIBUCIÓN:
NORMAS DE LA CASA
EL ENTORNO
En este pequeño pueblo de casas blancas podrás disfrutar de tiendas con encanto, chiringuitos y restaurantes en la misma playa donde poder degustar una amplia variedad de pescado o de paellas. Un lugar lleno de rincones pintorescos donde el mar suele ser el principal protagonista.
Situado en una posición privilegiada, es una excelente base desde la que poder recorrer y conocer el Cabo de Gata.
Calas escondidas con castillos en ruinas, playas vírgenes de película o dunas fosilizadas te esperan. Podrás disfrutar de sus espectaculares fondos marinos haciendo snorkel o submarinismo o conocer su costa alquilando un kayak o un barco.
Pero no todo es mar, desde el único desierto de Europa a antiguos poblados mineros, pequeños pueblos de pescadores o cortijos abandonados que inspiraron obras de arte de nuestra literatura, esta tierra conquista a los aventureros más exigentes.